El pasado fin de semana, el titular del Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, anunció que el “rescate” petrolero recién anunciado en Ciudad del Carmen, Campeche, equivale al del 18 de marzo de 1938, cuando el entonces presidente Lázaro Cárdenas nacionalizó la industria petrolera en manos de las empresas extranjeras que explotaban el recurso.
Y es que en la actualidad, varios son los factores, tanto nacionales como del extranjero, que tienen, literalmente, “postrada” a la mayor empresa del Estado mexicano: desde la caída en los precios internacionales del crudo hasta prácticas de corrupción al interior de la paraestatal que han devastado sus finanzas. Ya ni qué decir de las mafias criminales que se han dedicado a “ordeñar” los ductos de combustible con la complicidad de los propios empleados y directivos de Petróleos Mexicanos.
Tras presentar el Plan Nacional de Producción de Hidrocarburos, que proyecta reactivar la industria petrolera y producir más de dos millones 400 mil barriles diarios al final del sexenio, el Presidente confirmó que la Dirección General de Petróleos Mexicanos, incluyendo Exploración y Producción, se trasladará por completo a Isla del Carmen.
Ante los gobernadores de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, también presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores; de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, y en funciones y electo de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez y Adán Augusto López Hernández, respectivamente, el titular del Ejecutivo federal subrayó que el plan de rescate es un hecho decisivo en el país; es bastante realista e incluye la participación y experiencia de trabajadores petroleros en activo, de planta, transitorios, jubilados y sindicalizados de Pemex, y de las empresas.
López Obrador reconoció el apoyo que ha brindado a su gobierno el mandatario campechano para desarrollar los proyectos y programas que impulsarán la transformación de México, en armonía y por el camino de la concordia.
Resaltó que el plan es un nuevo rescate de Petróleos Mexicanos, por lo que ahora se invertirá en exploración, en perforación de pozos, en tierra y en aguas someras de Veracruz, Tabasco y Campeche; además, enfatizó que se va a aplicar un plan de austeridad y los ahorros se destinarán a dicho plan.
Antes de concluir, confirmó que las oficinas centrales de Pemex se trasladarán por completo a Ciudad del Carmen, incluyendo las de Exploración y Producción, mientras que la Secretaría de Energía radicará en Tabasco.
El jefe del Ejecutivo federal se comprometió con los trabajadores de Petróleos Mexicanos a que cada tres meses se haga una revisión del Plan Nacional de Producción de Hidrocarburos para conocer sus avances, garantizando así la transparencia y honestidad.
El plan está sustentado en cinco objetivos estratégicos con 16 líneas de acción, entre las cuales destacan: asegurar el incremento de reservas enfocando la inversión en las cuencas del sureste de aguas someras y tierra, así como las cuencas del norte convencionales; desarrollar de manera acelerada los campos descubiertos cuidando y garantizando siempre el máximo factor de recuperación; lograr la reducción sistemática de costos con la implementación de nuevos procesos y modelos de contrato e incrementar el factor de recuperación en los campos maduros. El plan contempla perforar en total 73 pozos marinos y 44 terrestres que abarcan los estados de Tabasco, Campeche y Veracruz.
El gobernador campechano, Alejandro Moreno Cárdenas, aseveró que es el momento de reactivar el sector petrolero, por lo que esta entidad le brindará todo su apoyo a López Obrador, para que a México le vaya muy bien. Aseguró que Ciudad del Carmen es la “capital del petróleo”, por eso es tan importante apostarle; es la zona más prometedora de todo México y será la sede de Petróleos Mexicanos.
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